Los labios son, metafórica y literalmente, como esponjas, ya que absorben el agua para hidratarse. Pero también son una de las pocas partes de tu cuerpo que no pueden sudar ni producir aceites. Por eso mismo son muy vulnerables ante la deshidratación. Debes tener especial cuidado cuando estés en entornos con temperaturas extremas o vientos secos.
Los labios siempre están en contacto con los elementos, por lo que también les afecta el nivel de humedad del aire. La falta de agua en el aire (humedad ambiente) es terrible para tus morritos. Ya sabes que los labios son como esponjas y absorben el agua del aire; cuando hay poca humedad en el ambiente, pueden resecarse, estropearse o incluso despellejarse. Y claro, estas no son las condiciones ideales para los besos.
La sequedad de los labios puede variar mucho: desde una leve tirantez o aspereza hasta llagas, grietas o descamación. No tiene nada de divertido. Por otra parte, no es lo mismo tener los labios secos a causa de la deshidratación que sufrir esa sequedad a causa de una afección médica.
Antes de contarte nuestros mejores consejos para la sequedad de los labios, vamos a dejar claro este tema. Si sientes los labios calientes, doloridos o inflamados, o si tienes ampollas, no apliques ningún cosmético y busca ayuda médica.