Dúo de Baño y Cuidado Corporal de Fresa Jugosa
Set de regalo para el cuidado corporalAroma dulce y afrutadoVegano

Dale un capricho a tu piel con este Dúo de Baño y Cuidado Corporal de Fresa Jugosa.
Pon una generosa cantidad de nuestro aterciopelado baño de burbujas bajo el grifo y sumérgete en la bañera para que las burbujas hagan su magia. Notarás la piel hidratada, nutrida y calmada, con un aroma realmente dulce.
Cuando salgas, envuélvete en el Body Yogurt de rápida absorción para que tu piel quede suave, nutrida y con hasta 48 horas de hidratación.
Este regalo es ideal para los amantes del cuidado de la piel.
- Body Yogurt de Fresa 200ml
- Baño de Burbujas de Frutos Rojos 250ml
- Productos elaborados con aceite de semilla de fresas procedente de la elaboración de mermelada
Aceite y jugo de semilla de fresa
Exprimimos todo lo mejor de las fresas para incluir su extracto en la fórmula de nuestros productos.

Qué contiene el regalo
Leche y aceite de almendras orgánicas de Comercio Justo con Comunidades
Todos los beneficios de los frutos secos, en tu piel
La leche y el aceite de almendras nos encantan: miman la piel, son hidratantes y están repletos de vitamina E. Nos hemos asociado con Mañán, una cooperativa española (conocida por ser los “expertos de la almendra”, ¡ni más ni menos!) para obtener el aceite y la leche de almendras de Comercio Justo con Comunidades que usamos en nuestros productos.
Mañán está en Alicante. La empresa trabaja con una cooperativa de pequeños productores locales y fija un precio de mercado que ayuda a ofrecer estabilidad a los agricultores de la zona.
Mañán emplea métodos de agricultura sostenible para cultivar sus almendras orgánicas. Respetan el medio ambiente local (incluso se adaptan a la escasez de agua de la zona), y sus fincas son un auténtico paraíso para las abejas. Las plantaciones de almendros actúan como cortafuegos naturales, lo que ayuda a proteger su hábitat de los incendios forestales. Es fantástico, ¿verdad?



Nuestro aceite de almendras orgánicas se elabora con los frutos rotos que no pueden venderse como alimento. Las cáscaras de estas almendras desechadas se convierten en compost para minimizar la producción de residuos. Es una de nuestras muchas formas de cuidar del planeta.